TINTÍN la creación de Hergé comenzó a publicarse en las páginas de Le Petit Vingtième el 10 de enero de 1929.
El joven reportero de flequillo rubio, acompañado de su fiel fox terrier Milú, iniciaba sus aventuras con El país de los Soviets, una visión ingenua de la Unión Soviética, muy influenciada por el anticomunismo de la época.
Un “pecado de juventud” como el autor remarcó muchas veces, pero que tuvo un enorme éxito pese al todavía tosco estilo del joven dibujante.
El trazo de fina y elegante línea de Tintín nacía como evolución natural de otro anterior personaje de Hergé, el boy scout Totor, pero empapado por la actualidad del momento al seguir hazañas de intrépidos reporteros como Robert Sexé, que acababa de dar la vuelta al mundo en moto, o del danés Palle Huld, un quinceañero pelirrojo que emulando a Phileas Fogg, había reducido el trayecto a solo 44 días.
El trazo de fina y elegante línea de Tintín nacía como evolución natural de otro anterior personaje de Hergé, el boy scout Totor, pero empapado por la actualidad del momento al seguir hazañas de intrépidos reporteros como Robert Sexé, que acababa de dar la vuelta al mundo en moto, o del danés Palle Huld, un quinceañero pelirrojo que emulando a Phileas Fogg, había reducido el trayecto a solo 44 días.
De esta forma, Tintín se convertiría en un icono de la cultura europea, iniciando todo un estilo gráfico y narrativo que se bautizó como "línea clara".
Aunque la mayoría de los álbumes fueron publicados antes de los años cincuenta (el último, inacabado, se editó en 1986), la creación de Hergé trascendió por completo el cómic, adaptándose al cine, a dibujos animados y creando toda una cultura a su alrededor.
Noventa años después de su nacimiento, Tintín mantiene su magia y su dinámica narrativa visual, ejemplo de la historia del cómic europeo.
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