El Palau de la Música de Barcelona acoge del 24 de abril al 24 de junio de 2018, una selección de obras de Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936), el representante por excelencia del movimiento realista español de la segunda mitad del siglo XX.
Creador auténtico y generoso, ha profundizado y ampliado el mundo del arte, muchas veces en solitario y contra corriente. En su obra el paisaje y la figura conforman las obsesiones del pintor y escultor. El detalle, los rincones, la tranquilidad, la austeridad son elementos protagonistas de su gramática personal.
Una obra que expresa, desde la intimidad de su entorno doméstico, unos valores creativos y humanos de dimensiones universales.
De producción lenta y minuciosa, su obra no admite clasificaciones ni simplificaciones. Su propósito es captar la eternidad del instante, suspendiendo el tiempo. Se trata de una muestra de dimensión humana que no pretende ofrecer una visión completa, sino su esencia. El espectador podrá establecer una conexión con la obra y el espíritu de este creador.
Una propuesta que es un encuentro íntimo con su obra en diálogo con el edificio modernista y Barcelona, donde su obra, incomprensiblemente, ha sido escasamente vista.
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