martes, 12 de diciembre de 2017

MURILLO Y LOS CAPUCHINOS DE SEVILLA



En el Museo de Bellas Artes de Sevilla se puede contemplar desde el 29 de noviembre de 2017 hasta el 1 de abril de 2018 la exposición ‘Murillo y los Capuchinos de Sevilla’. Una muestra que rinde homenaje a uno de los grandes artistas del barroco español y el más relevante dentro de la renombrada escuela pictórica sevillana. 


Con esta exposición se da inicio en Sevilla a la conmemoración del IV Centenario del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) y en ella se muestra la reconstrucción del retablo mayor con los siete lienzos que el pintor realizó para el Convento de los Capuchinos de Sevilla, uno de los ciclos pictóricos más ambiciosos del siglo XVII español, tanto por el número de obras que lo componen como por su excepcional calidad. 



Y se puede ver por primera vez desde que la invasión napoleónica provocara su dispersión en el siglo XIX. Aunque la mayoría de las obras pertenecen a la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla, a ellas se unen varios préstamos procedentes de Alemania, Austria, Reino Unido y la Catedral de Sevilla. De todos ellos, destaca la obra más significativa del retablo, ‘El jubileo de la Porciúncula’, que tras un acuerdo con el Museo Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania), después de su restauración para la exposición permanecerá en Sevilla cedida en depósito por un periodo de diez años.



Para esta muestra el Museo de Bellas Artes de Sevilla se viene preparado desde hace años con el estudio y la restauración de la colección de estas obras de Murillo, y para ello ha contado con la cesión de otras obras como la `Santa Faz´, de una colección privada que está depositada en el Ashmolean Museum de Oxford.



Otros dos préstamos corresponden a dos ángeles, Ángel de la Guarda (cedido por la Catedral de Sevilla) y Arcángel San Miguel (del Kunsthistorisches Museum de Viena), que estaban situados a ambos lados del retablo.  La última de estas obras, que cuelga en otra sala junto a los bocetos de los lienzos que realizó Murillo para el convento, se dio por perdida durante un tiempo, cuando se dispersara el retablo a principios del XIX. 



También se han restaurado obras como `La Virgen de la servilleta´; `La Inmaculada Concepción´ (La niña); `San Antonio de Padua y el Niño´; y `San Francisco abrazado a Cristo´. 

Por todo ello, se puede calificar que esta exposición no solo es una recuperación histórica y artística, sino también la recuperación emocional, de un Murillo sevillano desconocido para muchos amantes del arte…

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