miércoles, 20 de febrero de 2019

Un beso histórico



El valor más generalizado de la fotografía es el valor documental; lo que significa que una foto mostraría la realidad misma. Pero tal objetividad no existe realmente pues en el proceso fotográfico intervienen multitud de factores que hacen de la fotografía una representación.

El marinero que besó a una enfermera en pleno Times Square en la celebración espontanea y popular del fin de la Segunda Guerra Mundial en las calles de Nueva York, protagonista de una icónica foto de la época, murió hace unos días a los 95 años.

La foto en cuestión fue una de las muchas que tomó Eisenstaedt para la revista «Life» el 14 de agosto de 1945. Ese día los medios de comunicación acababan de informar sobre la rendición definitiva de Japón ante los aliados, lo que implicaba el final oficial de la Segunda Guerra Mundial. La población estadounidense salió entonces a la calle para festejar el fin de las hostilidades. 

El fotógrafo Eisenstaedt pasaba entonces por Times Square con su cámara Leica. Todo parecía normal cuando, de pronto, vio «algo blanco siendo agarrado», se dio la vuelta e hizo clic en el preciso momento en el que un marinero besaba a una enfermera,«si ella hubiera estado vestida de oscuro ni me habría dado cuenta».

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