Martin Scorsese en un mito del cine contemporáneo, lo que le ha llevado a su reconocimiento con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2018.
Su carrera arrancó en su ciudad natal, Nueva York, al mismo tiempo que empezaba el triunfo del Nuevo Hollywood, movimiento en el que entró Scorsese, y una revolución que acabó devorada por los más jóvenes de sus integrantes: Coppola, George Lucas y Steven Spielberg.
Pero se dice que de todos ellos, el que ha aguantado en activo con mayor lucidez ha sido, sin duda, Scorsese, una especie de padre de Tarantino para las nuevas generaciones y el creador que supo llevar al cine el desenfreno y la negrura de los años setenta.
Para el jurado del el jurado del Premio Princesa de Asturias, su designación se hace por ser "uno de los directores de cine más destacados del movimiento de renovación cinematográfica surgido en los años setenta del siglo XX, por la trascendencia de su labor creadora y por mantiene actualmente en plena actividad, aunando en su obra, con maestría, innovación y clasicismo".
De esta forma la Fundación Princesa de Asturias ya ha premiado a los tres grandes cineastas neoyorquinos: Woody Allen, Francis Ford Coppola y Scorsese.
Martín Scorsese (N.Y. 1942), hijo de inmigrantes italianos, debutó en el cine en 1968 con ¿Quién llama a mi puerta?, aunque con el largometraje que llamó la atención fue Malas calles (1973). Así entró a encadenar títulos míticos como Alicia ya no vive aquí (1974), Taxi Driver (1976), New York, New York (1977), Toro salvaje (1980), El rey de la comedia (1982), Jo, qué noche (1985), El color del dinero (1986), La última tentación de Cristo (1988), Uno de los nuestros (1990) (León de Plata en Venecia a la mejor dirección), El cabo del miedo (1991) y La edad de la inocencia (1993), eso sin mencionar una decena de documentales sobre cine y música, o la dirección del vídeo musical Bad para Michael Jackson.
Este periodo de su carrera quedó marcado por sus trabajos con Robert De Niro, con el que cierra su colaboración en Casino en 1995, desde 2002 su actor fetiche ha sido Leonardo DiCaprio, con el que ha rodado Gánsteres de Nueva York (2002), El aviador (2004), Infiltrados (2006), Shutter Island (2010) y El lobo de Wall Street (2013). Su último largometraje ha sido Silencio (2016), en el que volvía a indagar en la fe católica.
Productor y director de documentales sobre grupos como The Band, The Rolling Stones, Scorsese ha dirigido Blues (una obra documental de siete partes sobre la historia del género); George Harrison: Living in the Material World (sobre el músico de The Beatles) o No Direction Home, sobre la música, la vida y la influencia en la cultura popular estadounidense de Bob Dylan.
Ahora está enfangado en la larga posproducción de The Irishman, la película que le ha producido Netflix, que desgrana el asesinato de Jimmy Hoffa, sindicalista estadounidense relacionado con la Mafia, y en la que actúan De Niro, Joe Pesci, Harvey Keitel (dos de sus actores habituales) y por primera vez en el universo Scorsese, Al Pacino.
"Los pecados no se expían en la iglesia, sino en la calle", se dice en Malas calles y Scorsese, es lo que ha hecho en el cine...
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